Un sistema automatizado de trading analiza el mercado según una determinada estrategia, normalmente basada en análisis técnico. Según ese análisis decide entrar o salir del mercado, consiguiendo ganancias o pérdidas. Los clientes pueden evaluar el rendimiento de los sistemas en el pasado y activarlos para imitar sus operaciones en su propia cuenta.

Una vez activado, no hace falta estar conectado o pendiente sino que el sistema es completamente automático y opera con la cuenta de sistemas del cliente, con el multiplicador elegido, siempre y cuando haya fondos para cubir las garantías diarias que cada sistema requiere. En caso de que no hubiera fondos suficientes, se desactiva automáticamente el sistema y se le envía una notificación al respecto por email por si quisiera reponer los fondos.

En cualquier momento se pueden desactivar los sistemas que hubiera activos, pudiendo elegir entre una desactivación inmediata, o al momento que cierre las posiciones abiertas, o a partir de la siguiente sesión.

Los sistemas automatizados son una forma de poder operar con varias estrategias a la vez, analizando los resultados históricos que cada sistema presenta, y sin que requiera de ningún esfuerzo del inversor más que un seguimiento del rendimiento por si decidiera desactivar/activar sistemas. Operar de esta manera requiere capacidad de análisis para tomar decisiones de inversión bajo su propio riesgo.